Se trata de una nación con reconocimiento limitado que se separó de forma unilateral de Serbia en 2008 sin la aprobación de Belgrado.
Aquí el primer ministro designado, Glauk Konjufca, del partido gobernante Movimiento de Autodeterminación, obtuvo 56 votos en la asamblea de 120 miembros, justo por debajo de la mayoría necesaria para la elección, lo que, al decir de expertos es un golpe para el partido gobernante del primer ministro interino Albin Kurti.
Ahora la presidenta Vjosa Osmani deberá disolver el parlamento y convocar una votación anticipada dentro de 10 días.
Konjufca, quien sustituyó a Kurti, instó a los legisladores a salvar a Kosovo de otra votación, diciendo que sería arrogante llevar al país nuevamente a una elección.
Serbia se niega a reconocer la independencia de Kosovo, que solo es reconocida por Washington y la mayoría de los 27 países de la Unión Europea, pero no por Rusia y China.
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