Los irregulares llegaron la noche del lunes en motocicletas armados con fusiles automáticos y dispararon contra las postas de la base castrense de Bouirama, (noeste) con saldo de cuatro militares muertos e igual número de civiles de una milicia de autodefensa, según reportes en la prensa, basados en testigos.
Tras la sorpresa, los militares respondieron al fuego enemigo y salieron en su persecución, acorde con los informes que no mencionan bajas entre los asaltantes que fueron obligados a retirarse.
El noreste nigeriano es asiento tanto del Eipso como del grupo armado Boko Haram, leal a la red Al Qaeda, principales jaquecas de seguridad del gobierno central nigeriano.
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