La presencia del molusco en esos lugares fue comprobada por el Servicio Fitosanitario del Estado (SFE), tras detectar dos focos principales en las comunidades heredianas de San Lorenzo y Mercedes Sur, donde mantiene 450 sitios bajo vigilancia, añadió esa institución.

El Servicio Fitosanitario recolectó hasta ahora unos cuatro mil 390 ejemplares de esta especie invasora (Achatina Lissachatina fúlica), que afecta la agricultura y la ganadería, añadió la televisora.

Autoridades del Ministerio de Salud llamaron este jueves a la población a reforzar las medidas de prevención para reducir los posibles daños a los pobladores causados por el caracol gigante africano.

La presencia del molusco fue detectada en octubre por el SFE en zonas residenciales de Heredia, donde diversas instituciones aplican acciones de control y prevención para disminuir los riesgos y evitar afectaciones en cultivos.

Las estrategias son seguidas por autoridades del SFE, el Ministerio de Salud, la Municipalidad de Heredia y organismos de las dos zonas en que fueron detectados los focos, que coordinan acciones con los vecinos de esas regiones.

Según expertos de esas entidades, el caracol gigante africano “representa una amenaza para los cultivos agrícolas y podría provocar cierres de mercados de exportación al ser considerado una de las plagas más peligrosas en el comercio internacional”.

Otro de los posibles efectos de la especie es la transmisión de enfermedades si el caracol es manipulado sin las medidas adecuadas, entre ellas evitar aplastar el molusco y abstenerse de echarlo a la basura.

Costa Rica posee gran variedad de caracoles nativos en su ecosistema sin riesgo para la agricultura, a diferencia de la letalidad natural del gigante africano, cuya presencia fue descubierta en el país en 2021.

Esta especie, que se alimenta de todo, comprendidos excrementos, tiene una concha de forma helicoidal y está conformada por 7 a 9 vueltas, con punta aguda, textura lisa y color violeta oscuro alternado con amarillo claro.

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