Según el vicepresidente de la Comisión Nacional de Planificación (NPC), que custodia el Plan de Desarrollo Nacional 2030 del país, Tinyiko Maluleke, la conducción sudafricana de ese foro de concertación puede considerarse histórica por la búsqueda de alianzas sustanciales para encarar desafíos globales comunes.
“Debemos enorgullecernos de cómo hemos acogido al mundo y, más importante, de cómo hemos liderado la búsqueda de soluciones a los retos compartidos. No hemos construido asociaciones por inercia, sino con propósito”, destacó Maluleke.
La Cumbre de Líderes, los días 22 y 23 de noviembre en el Centro de Exposiciones Nasrec de Johannesburgo, será la culminación de un proceso que incluyó 133 reuniones, de las cuales 130 se celebraron bajo coordinación sudafricana desde que asumió la presidencia el 1 de diciembre de 2024, recordó.
Hasta el momento, las autoridades confirmaron la participación de 42 naciones, incluyendo los 19 miembros restantes del G20 —con la ausencia de Estados Unidos—, 16 países invitados y seis representantes de comunidades económicas regionales de África, el Caribe y Asia Oriental.
Al respecto, esta semana el presidente Cyril Ramaphosa subrayó que el boicot estadounidense no afecta el desenvolvimiento de la Cumbre ni las relaciones bilaterales, recordando que ese país sigue siendo un mercado crucial para Sudáfrica.
En declaraciones a la prensa, Maluleke reflexionó además sobre el contexto geopolítico complejo —guerras en Ucrania y Gaza, tensiones comerciales— en el que se desarrollaron las reuniones, definiendo al G20 como “un rayo de esperanza en medio de nubes oscuras”.
Sobre los resultados esperados, abogó por un multilateralismo renovado, acorde con los desafíos del siglo XXI. “Necesitamos un modelo que aborde nuevas ‘guerras’: la silenciosa violencia contra las mujeres, los impactos de la inteligencia artificial y la Cuarta Revolución Industrial”.
El vicepresidente de la NPC enfatizó asimismo en la urgencia de la justicia climática y la acción concertada para reducir emisiones. “La sostenibilidad ambiental es la base que podría desvanecerse bajo nuestros pies si no actuamos unidos. La transición hacia economías verdes y bajas en carbono es tarea de todos, no solo de unas pocas potencias”.
Sus declaraciones coinciden con la celebración de la COP30 en Belém, Brasil, donde Sudáfrica impulsa la materialización de los 1,3 billones de dólares en financiación climática prometidos a naciones en desarrollo.
La presidencia sudafricana del G20 expirará el 30 de noviembre, traspasando el mandato a Estados Unidos para el 2026.
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