En una tarde de furor beisbolero, la tropa de Lugdis Pineda extendió a cuatro su cadena victoriosa y llegó a 34 alegrías en el torneo y aprovechó la jornada de descanso para sacar dos pasos de ventaja sobre Las Tunas e Industriales.

El estallido decisivo llegó en el quinto capítulo: un racimo de cuatro carreras que encendió el graderío y dejó sin aliento al pitcheo indómito.
Yosiel Serrano, ya tambaleante desde el primer capítulo, perdió definitivamente la brújula tras su quinta base por bolas, y abrió la puerta al empate y a la ventaja holguinera impulsadas por el sencillo oportuno de Michael Gorguet, quien más tarde rubricaría la sentencia con un jonrón demoledor en el noveno.
El festín ofensivo se completó con el imparable remolcador de Christian Onofre y el elevado de sacrificio de Jorlis Bravo ante los envíos de Jaime Pelegrín, incapaz de frenar la embestida local.
En la otra trinchera, Andriuw Valido tampoco sobrevivió a la quinta entrada: permitió tres anotaciones en el primer tercio de juego como resultado de los bambinazos de Jeison Martínez y Harold Vázquez —este último de dos carreras— y cedió el montículo sin poder contener el vendaval.
El relevo de Jesús Quintán brilló como un faro en medio de la tormenta: cuatro entradas impecables que lo llevaron a su tercera victoria sin sombras en la temporada. Frank Navarro cerró la faena, pese a tolerar un imparable de Francisco Martínez que produjo la cuarta rayita visitante.
Con el estadio latiendo como un solo corazón, los Cachorros dejaron claro que no solo lideran: gobiernan con colmillos afilados y la ferocidad de un equipo decidido a escribir su propia historia.
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