Comunicador, publicitario, fotógrafo y promotor de la cultura, Gullco declaró a Prensa Latina que la proyección de este filme tendrá lugar este sábado en la sede de la Fundación Cinemateca, en La Paz.
“Se trata de una obra onírica y fascinante de Coppola, con un reparto de lujo que debutó en esta película, integrado por Matt Dillon, Mickey Rourke; Diane Lane, Tom Waits y hasta Nicolas Cage”, dijo el crítico a esta agencia de noticias.
Resaltó el especialista que, en este filme, a la maestría de Coppola en la dirección y la fotografía de su película más personal, se suma la “increíble” música del exbaterista de Police, Stewart Copeland.
La historia de Diego Gullco comenzó en Argentina, donde nació y se educó, hasta que viajó a México para estudiar en el Centro Universitario de Estudios Cinematográficos de la Universidad Autónoma de México (CUEC/UNAM).
Tras concluir esos estudios llegó “por un tiempo” a Bolivia, país que se convirtió en hogar.
Durante la entrevista, recordó que, al principio, trabajó como director de fotografía, a cargo de la iluminación y la cámara de más de 200 spots y numerosos documentales, además de colaborar en todo lo demás: guiones, producción y dirección.
Recordó Gullco que después fue socio y fundador de dos agencias publicitarias muy destacadas, trabajo con grandes marcas y se metió de lleno en el mundo de la comunicación y el marketing.
Calificó esa etapa de “años intensos” con campañas para clientes nacionales e internacionales, eventos exclusivos para altos ejecutivos y producciones muy grandes que llegaron a más de un millón de personas, con un ritmo frenético, creativo y muy demandante.
Sin embargo, algo le decía que tenía que volver a lo suyo: la cultura, el arte, las historias.
Desde entonces (más de dos décadas ya) se convirtió en una pieza importante del movimiento cultural boliviano, en medios como la televisión, el teatro, cine, festivales, revistas y todo tipo de proyectos que sirven como puente de reflexión y espacio de encuentro.
Creador incansable, Gullco lanzó Afuera, primera revista cultural gratuita del país; después vino Nada que Ver, un programa de análisis cinematográfico; y más tarde Chicocos y Pipocas, un festival de cine para niños que acercó el séptimo arte a las nuevas generaciones.
También dirigió y produjo programas, montó obras como Los Monólogos de la Vagina, Juguemos en el País de Nomeacuerdo y hasta impulsó iniciativas gastronómicas.
Ahora, el centro de sus motivaciones es la Mejor Película del Mundo, desde un enfoque divertido, curioso y que no se quede en el mero entretenimiento.
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