Importancia de fomentar curiosidad, valora científica en España

Madrid, 21 nov (Prensa Latina) Ideas sin miedo al juicio, fomentar la curiosidad en el entorno laboral, conceptos que pueden ayudar a la resiliencia en las empresas, valoró hoy una científica española.

Helena López-Casares Pertusa, doctora en neurociencia cognitiva organizacional y profesora de la Universidad Europea, destacó que impulsar la curiosidad en el trabajo, permite construir culturas más resilientes, adaptativas e innovadoras, capaces de afrontar los retos del cambio constante.

En un ámbito profesional en constante evolución, dominar competencias técnicas ya no es suficiente para garantizar el éxito. La curiosidad, entendida como un interés activo por aprender, conectar ideas y cuestionar lo establecido, ha emergido como un pilar para la innovación y solucionar problemas complejos.

“Esta cualidad no solo enriquece a los individuos, sino que transforma las organizaciones en espacios más dinámicos y competitivos”, aseguró la doctora López-Casares.

“A diferencia de la simple búsqueda de información, que se enfoca en solucionar necesidades inmediatas, la curiosidad promueve una mentalidad de exploración profunda y estratégica, esencial para liderar en un mercado cambiante,” argumentó.

En su análisis, apuntó que esta capacidad permite establecer conexiones inesperadas entre ideas, identificar oportunidades y crear soluciones impactantes a problemas complejos.

La curiosidad no surge de manera espontánea en las empresas; requiere un entorno

que la valore y fomente activamente. Sin embargo, muchas organizaciones enfrentan retos importantes, como el miedo al error, la microgestión o el exceso de trabajo, que limitan el desarrollo creativo de sus equipos, relató.

La experta de la Universidad Europea subrayó que “las organizaciones deben aprender a ver los errores como oportunidades de aprendizaje que abren la puerta a la innovación”.

Algunas estrategias en esa dirección se enfocan en la implementación de espacios creativos, como laboratorios de innovación o equipos interdisciplinarios, promoción del aprendizaje continuo y la adopción de prácticas que fomenten la autonomía del empleado.

Practicar la escucha activa, realizar lecturas que inspiren nuevas perspectivas y dedicar tiempo a formular preguntas significativas son algunos de los ejercicios recomendados. “Estas microprácticas, cuando se integran de forma regular, crean una mentalidad más abierta y constructiva que beneficia tanto al profesional como a la organización,” precisó.

La doctora López Casares puntualizó que la Universidad Europea ha adoptado metodologías para fomentar el pensamiento crítico y la resolución de problemas en sus estudiantes, que incluyen proyectos prácticos en colaboración con empresas, evaluaciones basadas en desafíos del mundo real y la integración de tecnologías avanzadas como la inteligencia artificial.

La Universidad Europea en España cuenta con cuatro sedes, en Islas Canarias, Madrid, Valencia y Andalucía.

mem/ft

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