«Haití nunca podrá recuperarse mientras estos grupos armados sigan existiendo y operando con impunidad y destruyendo vidas, el futuro y la dignidad», subraya un artículo divulgado por el rotativo.

Sus actos bárbaros, asesinatos, violaciones, secuestros y extorsiones destruyen familias y cualquier esperanza en los barrios que controlan, enfatiza el texto.

Las bandas armadas se convirtieron en verdaderos verdugos del pueblo, y lejos de ser defensores de la justicia social, son solo opresores, sembrando muerte, miedo y miseria, argumentó el medio informativo.

Los pandilleros explotan la vulnerabilidad de una población abandonada, imponen su autoridad por la fuerza y utilizan a los niños como soldados, lamentó el diario haitiano.

Como parte del terror psicológico anunciaron que cualquier ciudadano sospechoso de intercambiar información o de no seguir las órdenes de los líderes de las bandas enfrentará la pena de muerte.

De hecho, en los últimos días más de una docena de civiles ya fueron ejecutados en estas condiciones, según fuentes locales, comentó Vant Bef Info.

mem/joe