Del total de casos atendidos, 149 corresponden a niños, 134 a niñas, mientras los departamentos con mayor número son el de esta capital, Baja Verapaz y Quiché, detalló la entidad pública mediante un comunicado.
La tedencia refuerza la necesidad de fortalecer la conciencia ciudadana y promover acciones comunitarias que ayuden a prevenir y erradicar este flagelo, subrayó.
Ante cada caso, personal especializado investiga las posibles causas del abandono e inicia una investigación social para determinar si existe algún familiar que reconozca o tenga información sobre la niña, niño o adolescente, explicó.
Si se identifica a uno, este es evaluado para establecer si puede ser un recurso idóneo que brinde cuidado, protección y un entorno seguro, remarcó.
Cuando la idoneidad es confirmada, PGN propone este recurso al juez competente, quien decide la medida de protección más adecuada para restituir los derechos vulnerados, aclaró.
Sin embargo, en casos de abandono, en los que la misma familia no desea hacerse cargo, la situación se complica y se deben buscar alternativas de acogimiento temporal, amplió.
La institución prioriza la permanencia en entornos familiares, por lo que, cuando no existe un recurso familiar idóneo, se propone la integración a un núcleo sustituto, programa a cargo de la Secretaría de Bienestar Social, describió.
En los casos en los que esta no tiene a ninguno, el juez puede ordenar, de manera excepcional y temporal, el ingreso del niño, niña o adolescente a un hogar de abrigo.
La PGN descartó que administre esas instituciones, ni supervise su funcionamiento y tampoco que gestione procesos de adopción.
Nuestro mandato se centra en la protección de la niñez y la adolescencia cuando están en riesgo, sus derechos fueron vulnerados o carecen de representante legal, aseguró.
El abandono de bebés figura como otro drama silencioso en Guatemala, como los hechos contra la integridad de menores.
ro/znc





