El titular, a quien nombraron en el cargo el 17 de octubre pasado a partir de crisis por la fuga de una prisión capitalina de 20 reos de alta peligrosidad, explicó que tienen que atacar el fenómeno de las pandillas desde varios frentes.
En entrevista concedida al diario local Prensa Libre, el funcionario añadió que si bien es cierto que hay que impactarlas desde la fuerza, desde el poder punitivo del Estado, también hay que hacerlo desde el financiamiento.
Tenemos que atacar su fuente de poder, que es la enorme fortuna que amasan al amparo de sus actividades ilícitas. Ninguna organización criminal puede operar sin dinero, ni tampoco comprar tecnología de punta, ni apoyo político, remarcó.
Entonces, hay que debilitarlos también desde ese frente. Por eso es que, de alguna forma, fue la razón por la que en el año 2010 se creara la Ley de Extinción de Dominio, amplió Villeda.
Esa normativa tenía por objeto atacar a estas organizaciones criminales a través de despojarlas de estas enormes fortunas que acumulaban a partir de sus actividades ilícitas, recordó.
Sobre su experiencia anterior (fue juez en instancias clave), calificó de necesario reformar la Ley del Lavado de Dinero, y -dijo- en esa virtud el presidente Bernardo Arévalo envió una iniciativa al Congreso.
Precisó que tienen toda la intención de atacar el narcomenudeo que generó esta violencia en los últimos meses por el control del territorio, y porque hay un enfrentamiento entre distintas bandas que quieren controlar el mercado.
Vamos a seguir con estas acciones de allanamientos en los lugares donde se da el negocio ilícito, pero también para capturar a aquellas personas que están involucradas en ese tipo de actividades, aseveró la autoridad.
Para nadie es un secreto la violencia que provocó este tipo de enfrentamientos, pero además evidencia —y las estadísticas lo demuestran— la cantidad de personas que las fuerzas de seguridad civil capturaron realizando este tipo de acciones, enfatizó.
Iremos directamente a establecer qué organización es la que controla el mercado de narcomenudeo y quiénes son los cabecillas que dirigen a estas organizaciones, para tener un combate efectivo a esta actividad ilícita, reveló el ministro.
Expuso que la mayor cantidad de violencia homicida, alrededor del 60 o 65 por ciento, se genera en la ciudad de Guatemala. En segundo lugar, tenemos Escuintla y luego a Izabal y Chiquimula, acotó.
Sin embargo, no siempre la violencia homicida está ligada al narcomenudeo. Este, en su mayor medida, se da en la capital, donde se está disputando el control de este mercado ilícito, sentenció el titular.
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