La Comisión Nacional de Salario Mínimo se instaló con representaciones del Gobierno, empresariado y los trabajadores, en medio de denuncias de organizaciones sindicales.

La propia ministra de Trabajo, Jackeline Muñoz, advirtió que la posibilidad de unificar las regiones del salario mínimo —una de las alternativas planteadas por el movimiento obrero es complicada y tendrá un impacto económico considerable, especialmente para las pequeñas y medianas empresas del país.

Sobre la propuesta del sector trabajador de fijar un salario mínimo de 900 dólares, Muñoz la describió como una “aspiración legítima”, pero recordó que la mesa debe conducir a puntos medios basados en la realidad económica del país.

Por su parte, el secretario general de la Confederación Nacional de Unidad Sindical Independiente (Conusi), Marco Andrade, denunció en el mesa solo tienen una representación en un escenario adverso donde participan dirigentes del Consejo Nacional de Trabajadores Organizados (Conato), que han sido impuestos por el Ejecutivo.

Andrade rechazó que los debates hasta el 10 de diciembre para ajustar el salario mínimo promedio para 2026 giren en torno a un concepto impuesto por el sector empresarial sobre el costo de la canasta básica de alimentos, sin tener en cuenta otros gastos en servicios eléctricos, agua y alquiler de vivienda, la llamada canasta básica ampliada.

La norma indica incluso señala, que si durante las sesiones la comisión no alcanza un consenso tripartito (Ejecutivo, empresarios y trabajadores), corresponderá al Estado definir el ajuste.

En Panamá, el salario mínimo se revisa cada dos años, según establece el Código de Trabajo vigente.

El último ajuste rige desde el 1 de enero de 2024 y, ante la falta de consenso en la mesa instalada en agosto de 2023, el Gobierno decretó un aumento de 4.5 por ciento para la pequeña empresa, 6.0 por ciento para la gran empresa y 7.0 por ciento para las empresas del sector bananero.

En estos últimos siete días el país centroamericano vibró de alegría con la clasificación de sus selección nacional de futbol a la Copa Mundial del próximo año con sede en Estados Unidos, Canadá y México.

La Roja alcanzó su boleto al imponerse (3-0) a El Salvador en el estadio capitalino Rommel Fernández, y terminar de invicta en su grupo A clasificatorio de Concacaf.

El triunfo arrancó lágrimas al entrenador de La Roja, el hispano danés, Thomas Christiansen, que vio coronado el sueño de llevar a la selección nacional a la competencia mayor, su único compromiso con la afición.

Por segunda ocasión los jugadores istmeños se medirán en un mundial futbolístico, la primera ocasión fue en Rusia 2018.

En la semana, también el presidente de la República, José Raúl Mulino, realizó una visita oficial a Costa Rica y se reunió con su par Rodrigo Chaves, para consolidar las relaciones bilaterales

Los mandatarios enfatizaron en la necesidad de reforzar la cooperación en temas comerciales, agrícolas, migratorios, logísticos, turísticos y de seguridad, con el fin de mejorar la calidad de vida de sus pueblos.

El Gobierno tico otorgó los máximos honores al presidente Mulino, al condecorarlo con la Orden Juan Mora Fernández, en el Grado de Gran Cruz Placa de Oro.

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