Una serie de fantasía sin magia

La Habana, 22 nov (Prensa-Latina) Disponible en Netflix, la serie The Witcher está de regreso con una cuarta temporada, que continúa el declive narrativo de entregas anteriores.

La primera temporada llegó en el año 2019 y fue un intento por parte de la plataforma de entretenimiento estadounidense de emular el gran fenómeno que fue Juego de Tronos.

Con la saga de Geralt de Rivia —del escritor polaco Andrzej Sapkowski— como base, y apoyada por una exitosa franquicia de videojuegos junto con un buen elenco encabezado por el actor Henry Cavill, como Geralt, la serie tenía todas las cartas para convertirse en una mina de oro para la plataforma de streaming.

Lamentablemente, The Witcher se convirtió en el mejor ejemplo de lo que pudo ser y no fue. Las tramas confusas, los efectos visuales mediocres y la poca fidelidad al material original la convirtieron en un producto genérico que terminó decepcionando a la audiencia.

La primera temporada logró capturar el interés del público, la segunda mejoró un poco a nivel narrativo, pero la tercera fue un descalabro total, que concluyó con la salida de Henry Cavill de la producción y su sustitución por el actor Liam Hemsworth.

Lanzada el pasado 30 de octubre, la cuarta temporada continua con el declive narrativo de la franquicia y su historia va de un lado a otro sin llegar a ahondar del todo en sus giros, llegando por momentos a sentirse dispersa e incompleta.

Liam Hemsworth tenía la difícil tarea de sustituir a Henry Cavill y, aunque hace su mejor esfuerzo, la pobre caracterización y el guion no están de su parte.

Cavill logró dotar al personaje titular de una presencia poderosa, que unida a su constitución física, atención al detalle y conocimiento de la obra de base, fue uno de los puntos fuertes de la serie.

La ausencia del actor es una sombra de la que la ficción no logra escapar, por lo que cada vez que el nuevo protagonista esta en pantalla las comparaciones entre ambos son inevitables.

La caída del nivel narrativo de esta temporada es tan notable que por momentos cuando la trama sigue al personaje de Geralt llega a ser un poco monótona e incluso aburrida, siendo los arcos argumentales de Ciri (Freya Allan) y Yennefer (Anya Chalotra) mucho más interesantes.

The Witcher aspiraba a ser una de las grandes series de fantasía, pero fracasó en cumplir con las expectativas del público; ya no le quedan más oportunidades, Netflix dictó sentencia y la quinta temporada será la última.

(Tomado de 4ta Pared, suplemento cultural de orbe)

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