En declaraciones a la prensa, el titular destacó como la adopción temprana del documento rompió con la tradición de esperar al final del encuentro, reflejando la determinación colectiva de abordar crisis climáticas y desafíos globales.

En sus palabras, Tau reconoció que las negociaciones fueron «intensas y complejas», particularmente sin la participación de Estados Unidos (cuyo gobierno boicoteó el evento), pero resaltó que Sudáfrica logró consensuar los términos del acuerdo final que compromete a las principales economías a reformar los sistemas financieros internacionales.

Al respecto, el ministro valoró especialmente el anuncio del premier chino, Li Qiang, sobre la disposición de Beijing a implementar un régimen de cero aranceles para productos sudafricanos, en el marco de la protección del sistema multilateral de comercio.

«Acogemos con beneplácito el régimen de cero aranceles de China. Estamos trabajando activamente con ellos sobre la base de la aplicación gradual para países en desarrollo según el principio de Nación Más Favorecida de la OMC», explicó Tau.

Sobre la ausencia estadounidense, el Ministro la calificó como «significativa» y lamentó que la administración de Donald Trump eligiera no estar presente en las discusiones críticas sobre comercio global, sistema basado en reglas y financiamiento para el desarrollo.

Tau enfatizó asimismo en cómo el mayor logro de la cumbre reside en el creciente protagonismo de África en las discusiones comerciales globales, con la Agenda Africana ahora firmemente establecida en la mesa de negociaciones multilaterales.

El ministro detalló que el presidente Ramaphosa estableció dos paneles asesores para monitorear la implementación de los acuerdos, asegurando que los resultados del G20 se traduzcan en acuerdos bilaterales y plataformas multilaterales concretas.

«La obligación final recae en nosotros como país para dar seguimiento, y lo estamos haciendo con claridad y determinación», afirmó el titular de Comercio sudafricano.

La Declaración de Johannesburgo, recordó, enfatiza el valor de la acción climática, transiciones hacia energías renovables y cooperación multilateral reforzada para avanzar la paz y el desarrollo sostenible mundial, consolidando el papel de Sudáfrica como puente entre el Norte Global y las economías emergentes.

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