Son muchos y severos los impactos de este tipo de agresiones, entre ellos, afectación emocional, sensación de inseguridad, baja autoestima y daño en el prestigio, que pueden incluso generar depresión, aislamiento e ideas suicidas, advirtió la casa de estudios superiores.
Precisó la entidad que, a diferencia de otras formas de violencia, en el mundo digital los daños se amplifican por el anonimato de los agresores, la rápida viralización del contenido y su permanencia en el tiempo.
A ello se suman vacíos legales, falta de regulación por parte de las plataformas digitales, procesos investigativos complejos, marcos normativos insuficientes y poca claridad sobre los canales de denuncia, factores que contribuyen a la impunidad y desincentivan la denuncia.
Dentro de los casos más comunes de este fenómeno figuran difusión no consentida de imágenes íntimas, amenazas o chantajes para enviar contenido sexual, acoso en línea y la manipulación de contenido con inteligencia artificial.
“Este tipo de violencia tiene diversas manifestaciones, pero a pesar de su virtualidad, los daños que produce son reales”, expresó Carmen Andrade, directora de Igualdad de Género de la Universidad de Chile.
Precisó que uno de los grupos más afectados son las mujeres jóvenes, porque es la generación que tiene mayor presencia en el mundo virtual.
Ellas son justamente las que están en la educación superior, por lo tanto, no podemos hacer como si esto fuera algo esporádico e inofensivo, dijo.
La campaña contra el flagelo tiene el propósito de prevenir y visibilizar la gravedad y la creciente magnitud del problema.
Esta iniciativa prevé difundir piezas audiovisuales, contenidos en redes sociales y actividades formativas en las distintas facultades a fin de instalar una conversación necesaria y urgente de que tanto en internet, como fuera de él, las mujeres tienen derecho a vivir libres de violencia.
El lanzamiento de la campaña tiene lugar en vísperas de la conmemoración del Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra las Mujeres, precisó una nota publicada en la página de la Universidad de Chile.
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