También el staff jurídico del exmandatario podría interponer demandas de reconsideración, que buscan modificar el resultado del juicio.
Sin embargo, este tipo de recurso solo es admisible cuando hay al menos dos votos absolutorios, lo cual no ocurrió. Con esto, el proceso tiende a concluir su fase de apelación en los próximos días. La acción penal contra Bolsonaro y otros seis acusados se encuentra en la fase final de reclamaciones. Cuando ya no hay posibilidad de impugnación, la condena se vuelve firme y se procede a su ejecución.
En septiembre, la primera sala del Supremo Tribunal Federal (STF) condenó al denominado núcleo crucial golpista, con penas que van de dos a 27 años y tres meses de prisión, esta última pena fue impuesta a Bolsonaro.
Hasta el momento, el teniente coronel Mauro Cid, exayudante de órdenes de Bolsonaro y denunciante, ya cumple una sanción de dos años en régimen abierto.
La primera apelación, una petición de aclaración, fue rechazada.
Concluida en noviembre, la acción penal se originó a partir de una investigación de la Policía Federal (PF) que identificó un plan para intentar impedir la investidura del presidente electo Luiz Inácio Lula da Silva en 2022.
En febrero, la Fiscalía General presentó cargos y el proceso se extendió de marzo a septiembre.
Bolsonaro fue sometido inicialmente a medidas restrictivas en agosto, tras violar las normas establecidas en la indagación sobre intentos de interferir en el avance de la acción penal.
Se le exigió usar un monitor electrónico en el tobillo, permanecer en casa por la noche y los fines de semana, evitar el contacto con los investigados y las autoridades extranjeras, y no usar las redes sociales, ni siquiera indirectamente.
Ante las nuevas violaciones, De Moraes decretó arresto domiciliario en agosto y el sábado determinó prisión preventiva en una unidad capitalina de la PF.
El propio exgobernante admitió que intentó abrir el monitor de tobillo con un soldador, según un informe de la Secretaría de Administración Penitenciaria del Distrito Federal.
La publicación del fallo que rechaza las primeras demandas interpuestas, el 19 de noviembre, establece el plazo para la presentación de las llamadas segundas apelaciones, vigente hasta este lunes.
Tras la decisión de todas las consultas posibles, y si ninguna es admitida, el proceso se convierte en firme, declarando la condena definitiva.
Posteriormente, comienza la ejecución de las sentencias, etapa que debe formalizarse rápidamente tras la terminación de los litigios.
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