El alto cargo, principal asesor militar del presidente Donald Trump, visitó a los miembros de las fuerzas armadas estadounidenses que llegaron a Puerto Rico en los últimos meses, como parte del despliegue dirigido a amedrentar a los mandatarios Nicolás Maduro, de Venezuela, y Gustavo Pero, de Colombia, en una presunta guerra contra el narcotráfico.
Precisamente, este lunes el secretario de Estado de Estados Unidos, Marco Rubio, anunció la designación del llamado Cartel de los Soles como grupo terrorista, por lo que, a su juicio, “existen suficientes pruebas para determinar” que cumple con las características establecidas en la Ley de Inmigración y Nacionalidad de Estados Unidos.
Esta es la segunda visita de Caine a Puerto Rico desde que las fuerzas armadas de Estados Unidos comenzaron a aumentar su presencia en esta isla del Caribe, bajo dominio colonial de Washington desde 1898, que actualmente incluye el portaaviones USS Gerald R. Ford.
Con anterioridad, en septiembre, estuvo acompañado del secretario de Guerra, Pete Hegseth, luego que cientos de marines llegaron en barcos para “un ejercicio de entrenamiento” como parte de “la primera línea de defensa del territorio estadounidense”.
En tanto, el secretario del Departamento de Seguridad Pública de Puerto Rico, Arturo Garffer, dijo en la noche de este lunes, en un programa de televisión, que era normal este tipo de visita a los militares, ya que este jueves se celebra el día de Acción de Gracias como parte de las tradiciones de la cultura estadounidense.
Garffer, quien tiene el grado de General de Brigada y fuera hasta hace pocos años Jefe del Estado Mayor de las Fuerzas de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) en Kosovo, intentó minimizar la visita de Caine a Puerto Rico y que la misma esté dirigida a lanzar una operación militar contra la República Bolivariana de Venezuela.
Sectores de la izquierda puertorriqueña se mantienen alertas ante una posible agresión a la nación sudamericana, ante la elevada presencia militar estadounidense en este país, donde se reactivó parcialmente la antigua base naval de Roosevelt Roads, en Ceiba (oriente), además de volver a depositar explosivos en la isla de Vieques y en el sureño pueblo de Salinas, donde hay cientos de militares en el Campamento Santiago.
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