En declaraciones publicadas en el sitio digital del diario Vatican News, el cardenal Parolin indicó que este viaje del Sumo Pontífice a ambas naciones es un “signo de esperanza y paz”.

El jefe de la diplomacia vaticana hizo referencia a los lemas elegidos para las visitas, que en el caso de Türkiye es “Un solo Señor, una sola fe, un solo bautismo” y en el del Líbano es “Bienaventurados los que trabajan por la paz”, y señaló que estos “resaltan la esencia de estos viajes, marcados por la esperanza, la unidad y la fraternidad”.

El viaje a la ciudad turca de Iznik, se centrará en la celebración ecuménica del mil 700 aniversario del Concilio de Nicea, mientras que en territorio libanés, uno de los momentos más emotivos será la oración silenciosa en el puerto de Beirut, donde hace cinco años una explosión mató a más de 200 personas e hirió a unas siete mil.

Entre los propósitos del Obispo de Roma, según Parolin, se encuentra encontrarse con las comunidades cristianas de esos países, así como con el pueblo en general, con sus autoridades, con las comunidades civiles “y ser para ellas un mensajero de paz, armonía y diálogo”.

“Creo que es un gesto de diálogo, un gesto de respeto interreligioso, que busca subrayar cómo cristianos y musulmanes pueden trabajar juntos por un mundo más justo, más solidario y más fraterno”, añadió el secretario de Estado, y añadió, respecto al Líbano, que ese país “necesita esperanza”.

En esa nación del Medio Oriente, donde el Santo Padre permanecerá desde el 30 de noviembre hasta el martes próximo, las reformas están en marcha, pero persisten muchísimas dificultades, muchos retrasos, muchos obstáculos que podrían ralentizar el avance de las mismas, apuntó

El cardenal consideró que los viajes apostólicos son, para los pontífices, un nuevo instrumento, una nueva forma, adaptada a nuestro tiempo, de ejercer su ministerio, como signo de la Iglesia en movimiento, “que se hace peregrina y se hace presente a todos los pueblos, a todas las culturas y a todas las realidades de este mundo”.

La esperanza es que, a partir de los mismos, “puedan nacer nuevas realidades en las que los pueblos puedan entenderse y vivir en paz, en armonía, y construir juntos la familia humana”, en un contexto global marcado por las crisis.

Para la Santa Sede es importante “superar los conflictos para encontrar un terreno común en el que trabajar por el bien de la sociedad y la familia humana”, agregó el secretario de Estado del Vaticano.

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