Este miércoles, en su primera aparición pública luego del revés oficialista en la consulta popular del 16 de noviembre, el mandatario expresó su respaldo a la institución castrense durante la ceremonia de posesión del nuevo alto mando militar.
Aunque no se refirió a los resultados del proceso consultivo, donde la mayoría dijo No a sus propuestas, incluida la instalación de bases militares extranjeras, Noboa se comprometió ante los uniformados a seguir enfrentando juntos las amenazas contra el país.
En su intervención en el acto, efectuado en la Escuela Superior Militar Eloy Alfaro, en el norte de Quito, el gobernante aseguró que no se rendirá ante las mafias ni los criminales, mientras el país atraviesa el año más violento de su historia, con más de siete mil 500 homicidios.
«Cualquier que ose atacarlos o menospreciar a las Fuerzas Armadas, tendrán que enfrentarse conmigo primero, siempre los defenderé», aseveró el jefe de Estado, que se negó a tolerar que «unos pocos manchen» el uniforme militar.
El pasado 1 de septiembre, Noboa cambió a la cúpula militar y designó a general de ejército Henry Delgado como jefe del Comando Conjunto de las Fuerzas Armadas; al almirante Ricardo Unda, Comandante General de la Armada; al general John Miño al frente del Ejército; y al también general Mauricio Salazar como líder de la Fuerza Aérea.
El Gobierno informó en aquel momento que el objetivo del cambio era avanzar en la lucha contra el crimen organizado, iniciada en enero de 2024 con la declaración del conflicto armado interno.
Antes de acudir a la ceremonia, el presidente recibió en el Palacio de Carondelet, sede del Ejecutivo, al Procurador Nacional Antimafia y Antiterrorismo de Italia, Giovanni Melillo.
Según informó la Presidencia ecuatoriana, el objetivo del encuentro fue “fortalecer la cooperación en seguridad en la lucha contra el crimen organizado transnacional y lavado de activos”.
A pesar de la militarización y los constantes decretos de estado de excepción, Ecuador se mantiene como uno de los países más inseguros del mundo y en los últimos dos años, bajo el mandato de Noboa, se registraron 15 mil 561 asesinatos.
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