El gobernante tuvo que salir al ruedo a matizar sus aseveraciones respecto al régimen de seguridad impuesto por el salvadoreño, objeto de críticas en materia de derechos humanos.
“Yo creo que el ejemplo es Bukele; es el ejemplo de un proceso”, dijo Orsi, aunque aclaró que no lo citaba como valoración positiva o negativa: “Como ejemplo, nomás. Es un ejemplo para analizar”, dijo en entrevista de prensa.
Orsi afirmó que le llama la atención “el nivel de adhesión que genera (Bukele) en la población política” de ese país.
Sin embargo, el mandatario indicó que el régimen salvadoreño es “inaplicable” en Uruguay.
Orsi se preguntó “cuánto está dispuesta la gente a ceder de su libertad en aras de mejorar una situación que se vuelve imperiosa”.
Sus declaraciones revolvieron el avispero opositor. El presidente del Partido Nacional, Álvaro Delgado, sostuvo que “el gobierno está completamente desorientado en seguridad”.
“La batalla contra el narcotráfico se da por perdida antes de empezar. No hay plan de seguridad y no lo habrá hasta el año que viene. Ahora, el presidente declara y el secretario de la Presidencia sale a interpretar lo que se quiso decir e incluso lo contradice”, expresó Delgado.
Por su parte el senador colorado Andrés Ojeda remarcó que las declaraciones del jefe de Estado contradicen al ministro del Interior, Carlos Negro.
Según Ojeda, el planteamiento de Negro en la mesa interpartidaria fue la proyección de un plan alternativo de seguridad ciudadana al aplicado en El Salvador, con colaboración de las agencias internacionales.
El líder del Partido Independiente, Pablo Mieres, también remarcó la “contradicción increíble” entre los dichos de Orsi y la postura del Ministerio del Interior.
«¡Cuánto entrevero! ¡Cuánta falta de seriedad! Y por más que el secretario de Presidencia busque darle coherencia. No aclare que oscurece”, escribió en redes sociales.
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