Castillo, quien está preso desde hace tres años por intentar disolver el Parlamento que a su vez intentaba destituirlo. Ese tiempo de cárcel se descontará de la condena.

Similar pena recibió como coautora del delito de conspiración para rebelión la exprimera ministra Betssy Chávez, a quien otorgó asilo político México, en cuya embajada permanece, mientras el Gobierno peruano se resiste a otorgarle salvoconducto para viajar a ese país.

Chávez fue condenada pese a que Castillo asumió toda la responsabilidad por el hecho al declarar en su alegato final que ni ella ni los demás involucrados sabían del intento del 7 de diciembre de 2022 y que nadie lo indujo a una decisión.

Los críticos de la sentencia señalan que la oposición congresional de derecha a la administración de Castillo lo indujo al intento de disolver al Legislativo y hace unos meses una encuesta verificó que la mayoría de los peruanos opina que fue el Parlamento el que le dio indirectamente el golpe.

La exministra de la Mujer de la breve administarción (2021-2022), Anahñi Durand, afirmó que la de hoy fue “una sentencia anunciada en un juicio político que era más una venganza”.

“El afán de condenar y no impartir justicia han sido las características de esta farsa propia de una dictadura”, agregó.

El congresista Roberto Sánchez, del progresista partido Juntos con el Perú, que reivindica la figura de Castillo, rechazó la condena al participar en una concentración de aliento al exmandatario, congregada ante la prisión reservada para exgobernantes.

“Esta historia aún no está escrita del todo; el 2026 no será un punto final, sino un nuevo comienzo, porque cuando un pueblo decide ponerse de pie, nada ni nadie puede arrebatarle su futuro”, aseveró.

El abogado de la exprimera ministra Betssy Chávez, Raúl Noblecilla, sostuvo que “La dictadura cumplió el encargo de los grupos que mantienen secuestrada nuestra democracia” y calificó la sentencia de hoy como “una farsa que busca convertir la persecución política en condena”.

Desde España, la analista política peruana Laura Arroyo opinó que: “La sentencia estaba escrita de antemano, el golpe se lo dieron a él desde que ganó las elecciones en 2021” y se preguntó si podría considerarse una farsa las elecciones de abril de 2026.

La analsta Lucía Alvites afirmó que Castillo y sus coacusados son condenado, mientras no hay un preso por las muertes durante la represión, en 2022, de protestas contra la reemplazante de Castillo, Dina Boluarte, cesada a su vez en octubre último,

El abogado Carlos Caro apuntó que la condena impide que el exmandatario pueda ser otra vez candidato a la presidencia en los comicios de 2026. Juntos para el Perú proyectaba postularlo por el apoyo que le otorgan amplios sectores.

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