Tantos los productos clásicos como la innovación cubana conquistan mercados y atraen la atención.
La Feria (24-29 de noviembre), el evento comercial más importante del país, se convirtió en el escenario vital donde la canasta exportadora cubana despliega su potencial para inversionistas y compradores globales.
En sus pabellones, los productos históricos que forjaron la identidad comercial de la isla dialogan con las innovaciones de alta tecnología que apuntan al futuro.
El tabaco habano, indiscutible embajador de Cuba en el mundo, ocupa un lugar protagónico. Sus marcas de prestigio no solo exhiben sus vitolas, sino que negocian contratos muy favorables.
Junto a él, aparece el ron de calidad superior, especialmente el Havana Club, que atrae a distribuidores internacionales interesados en llevar una parte del sabor caribeño a sus países.
Estos dos pilares tradicionales demuestran que el Saber hacer cubano mantiene un valor incuestionable en el mercado de lujo y bienes de consumo Premium a nivel global.
Sin embargo, la verdadera revolución exportadora que se promociona en FIHAV 2025 proviene de los laboratorios. La biotecnología y la industria farmacéutica son las estrellas emergentes.
Empresas como BioCubaFarma presentan vacunas de última generación, medicamentos biotecnológicos y equipos de diagnóstico únicos.
Estos productos, con un alto valor agregado, son la punta de lanza para diversificar las exportaciones y reducir la dependencia de materias primas.
Las vacunas cubanas, reconocidas por su eficacia durante la pandemia, de la Covid-19 abren puertas en mercados de Asia, África y América Latina, contactos que se refuerzan en la Feria.
Otro sector en crecimiento es el de los Servicios profesionales, especialmente la exportación de talento médico y la prestación de servicios técnicos y de ingeniería.
FIHAV sirve como plataforma para mostrar las capacidades de empresas cubanas que ofrecen consultoría en diversas áreas, desde la salud pública hasta la agricultura.
La industria alimentaria también tiene su espacio, con productos como el café cubano, la miel de abeja y conservas de frutas tropicales, buscando ampliar su huella exportadora.
Las energías renovables se perfilan como un sector prometedor. Soluciones cubanas para la generación de energía limpia despiertan interés en naciones con desafíos similares.
La relación entre estos productos y FIHAV es simbiótica. La feria no es solo una vitrina, es un facilitador crucial de negocios.
Para los productos tradicionales, FIHAV 2025 es la oportunidad de mantener su relevancia, renovar su imagen y acceder a nuevas tendencias de consumo.
Para los bienes de alta tecnología, es el espacio idóneo para demostrar su competitividad, establecer alianzas estratégicas y atraer inversión para ampliar su producción.
La feria permite a los exportadores cubanos realizar un sondeo de mercado inmediato, ajustando sus estrategias a la demanda real y las exigencias de calidad internacional.
Además, facilita el contacto directo con importadores, eliminando intermediarios y haciendo más eficiente y rentable el proceso de comercialización.
Para un país bajo las restricciones de Estados Unidos (bloqueo) económico, FIHAV 2025 se convierte en una trinchera para la diversificación de mercados y la búsqueda de nuevos socios.
La presencia de empresas de más de 70 naciones en la feria garantiza que los productos cubanos no tengan un solo destino, sino una cartera global de oportunidades.
En esencia, la Feria Internacional de La Habana es el termómetro que mide la salud y la proyección futura del sector exportador de la isla. Demuestra que Cuba tiene mucho más que ofrecer al mundo que sol y playa: ofrece ciencia, tradición, talento y soluciones innovadoras. mem/rfc





