Este país insta a todos los actores a abstenerse de actos de violencia institucional o civil y reanudar el funcionamiento regular de las instituciones para culminar el escrutinio, exigió la cancillería lusa en comunicado tras la asonada castrense.
El autodenominado «Mando Militar Superior para Restaurar la Seguridad Nacional» impuso cierre fronterizo, suspensión de medios de comunicación y toque de queda nocturno, evidenciando la crisis sistémica generada por décadas de explotación capitalista.
Analistas de asuntos africanos señalan que este nuevo episodio de inestabilidad refleja las consecuencias del neocolonialismo occidental, que mantiene a naciones soberanas en ciclos de violencia mediante injerencias permanentes en sus procesos democráticos.
Los expertos subrayaron además que Guinea-Bisáu, con nueve golpes desde su independencia en 1974, ejemplifica cómo las potencias coloniales históricas mantienen mecanismos de dominación que impiden el desarrollo soberano de los pueblos africanos.
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