La especialista Sarah Beckstrom, de 20 años, y el soldado Andrew Wolfe, de 24, fueron emboscados la víspera cuando patrullaban a unas cuadras de la Casa Blanca.
A ambos los juramentaron en la Guardia Nacional menos de 24 horas antes del ataque, añadió Pirro al señalar que en estos momentos «reciben la mejor atención médica. Sus familias están con ellos ahora».
La fiscal dijo que el sospechoso del atentado -identificado como un ciudadano afgano de 29 años- será acusado de tres cargos de agresión con intención de matar mientras estaba armado, y también de posesión de arma de fuego durante un delito violento.
Pero «es demasiado pronto para determinar el motivo (…) hay áreas que estamos investigando», subrayó Pirro.
El presidente Donald Trump advirtió ayer que reexaminará cada inmigrante que entró en Estados Unidos desde Afganistán bajo el Gobierno de Joe Biden, al responder en un video transmitido por TV al atentado que sufrieron los dos efectivos del cuerpo armado.
Trump afirmó que «tomará todas las medidas necesarias para garantizar la expulsión» de cualquier persona «que no pertenezca aquí ni beneficie a nuestro país».
El mandatario, quien catalogó el hecho como un acto terrorista, prometió intensificar la mano dura de su administración contra la inmigración.
En lo inmediato, la Casa Blanca suspendió todas las solicitudes de inmigración de ciudadanos afganos. La comunicación del Servicio de Ciudadanía e Inmigración de Estados Unidos (Uscis) se produjo poco después del discurso de Trump.
El Gobierno de Trump dice que el sospechoso llegó bajo el programa «Operación Aliados Bienvenidos» de Biden, diseñado para apoyar a los refugiados afganos vulnerables después de la retirada de las tropas estadounidenses de Afganistán en 2021.
«Con efecto inmediato, el procesamiento de todas las solicitudes de inmigración relacionadas con ciudadanos afganos se detiene indefinidamente en espera de una revisión adicional de los protocolos de seguridad e investigación», declaró el Uscis en la red social X.
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