Los participantes condenaron también la reciente agresión israelí contra la ciudad de Beit Jinn, al oeste de Damasco, que dejó 13 muertos y unos 25 heridos, y destacaron la unidad del pueblo sirio frente a los intentos de fragmentar el país.
En la capital, una multitudinaria marcha partió desde la histórica Mezquita de los Omeyas, avanzó por el zoco Al-Hamidiyah y culminó en la Plaza de los Omeyas, para reafirmar el rechazo a cualquier plan de partición y la defensa de la integridad territorial.
Similares expresiones populares se desarrollaron también en Alepo, Homs, Hama, Idlib y Tartus.
El presidente transicional sirio Ahmad Al-Shara había instado a los ciudadanos a manifestarse en las calles y plazas para expresar su apoyo a la unidad nacional, la cohesión y la integridad del suelo sirio.
Estas concentraciones populares ocurren a unos días del primer aniversario del derrocamiento del gobierno de Bashar Al-Assad el 8 de diciembre del 2024.
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