Pese a bajas producciones en granos básicos, entre ellos maíz y frijol, parte de estos importados de Estados Unidos y Nicaragua, respectivamente, la entidad bancaria informó de una recuperación.

“Las condiciones del clima, la puesta en marcha de proyectos productivos, así como la demanda de los hogares y de sectores como restaurantes, hoteles y la industria de alimentos, favorecieron el crecimiento de las actividades agropecuarias, que aumentaron 2.6 por ciento”, sostuvo el BCR.

En términos generales hasta septiembre la actividad económica creció 7.8 por ciento, en especial por el impulso de la construcción, que se estableció como el sector de mayor aumento, con 37.3 por ciento interanual.

Señaló el informe del BCR que además de la continuidad de inversiones privadas en proyectos habitacionales, urbanizaciones y edificios no residenciales, destaca el fuerte crecimiento de construcciones verticales, sobre todo en el Área Metropolitana de San Salvador.

Añadió el banco que el Índice de Producción Industrial (IPI) creció 5.2 por ciento en septiembre, sostenido por una mayor producción de bienes manufacturados como alimentos elaborados, atún, aceites, bebidas, prendas de vestir y productos de papel e impresión.

En la actualidad El Salvador presenta un índice inflacionario inferior a dos, un pronostico de que en el año puede llegar a 10 mil millones de dólares en la recepción de remesas y alcanzar un crecimiento de entre 3.5 y cuatro, según organismos internacionales.

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