La oficina de la Auditora General de la ciudad, Nathalie Gougeon, realizó la encuesta que reveló como el total de los encuestados sufrió algún tipo de violencia mientras realizaba su labor.

El 37 por ciento de los abordados enfrentó violencia o amenazas de violencia de manera mensual, mientras que el 21 reportó que sucedió semanalmente.

Según explicó la auditora general, las acciones fueron desde amenazas verbales hasta golpes físicos y escupitajos y el jefe de Paramédicos, Pierre Poirier, corroboró la gravedad, calificando estos incidentes como «ocurrencias absolutamente regulares».

«Hay incidentes más significativos donde las personas han sido golpeadas significativamente y lesionadas», agregó Poirier.

Los paramédicos declararon a los auditores que «no hay una acción visible por el servicio una vez reportado» y señalaron tener la percepción de que los reportes no van a ninguna parte y hay una falta evidente de acción, incluso por parte del Servicio de Policía de Ottawa.

El informe de la encuesta recomendó que el Servicio de Paramédicos revise y aclare las expectativas sobre el reporte de violencia, y que los líderes se comprometan formalmente con las acciones que los paramédicos pueden esperar tras presentar un reporte.

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