El Congreso que se encamina a conformar la nueva Legislatura a partir del 10 de diciembre es un espejo de esa realidad política que desangra al PRO, agrupación que también ha gobernado la Ciudad de Buenos Aires durante una veintena de años.
Macri expresó que su agrupación persistirá e incluso dijo que tendrá un candidato a la Presidencia en los comicios de 2027, pero en política hay intereses y oportunismo, y su partido padece un marcado debilitamiento por el cambio de casaca no solo de diputados y senadores, sino también de concejales y otros dirigentes locales.
El diputado nacional Alejandro Bongiovanni, de Santa Fe, que llegó al Palacio Legislativo de la mano de la ahora senadora Patricia Bullrich, es la más reciente fuga del bloque macrista hacia el bando violeta. Ella yo lo había hecho con anterioridad.
La santafesina Verónica Razzini, electa por el PRO en 2023, pasó a la bancada libertaria, que llegó así a 92 miembros y amenaza con quitarle la primera minoría al peronismo nucleado en Fuerza Patria (FP), que preserva 98 parlamentarios.
FP conservaría ese título si logra contener a los legisladores catamarqueños y santiagueños cuyos gobernadores discuten la creación de un interbloque legislativo y así dialogar mejor con la Casa Rosada.
El próximo miércoles 3 de diciembre jurarán al puesto los 127 legisladores que ganaron en las elecciones del 26 de octubre, son la mitad de la Cámara de Diputados que tendrá a partir del día 10 una nueva conformación más amigable –y manejable- para el ejecutivo.
Ya lo dijo Milei en la noche del 26 de octubre tras confirmarse la victoria de su LLA: “Este será el Congreso más reformista de la historia argentina”. El tiempo podrá o no validar ese vaticinio.

En la sesión del miércoles asumirán 54 de LLA, siete del PRO y tres de la Unión Cívica Radical; 45 peronistas de Fuerza Patria, cuatro del Frente de Izquierda y los Trabajadores, ocho de Provincias Unidas, dos de Innovación Federal, igual número de Independencia, y uno per cápita de Producción y Trabajo y La Neuquinidad. Los restantes 127 tienen mandato hasta 2027.
La fuga de dirigentes del PRO del expresidente Macri no para. En la última semana, el partido amarillo fue golpeado en Misiones por los alejamientos de concejales de varios municipios hacia LLA, de los hermanos Milei, Javier y Karina, con el que Macri se alió para evitar un triunfo del peronismo, y ahora sufre las consecuencias de una mala estrategia.
Ante esta crisis, la conducción nacional del PRO se esfuerza por evitar más desprendimientos, Macri los ha convocado a reuniones en un par de ocasiones y prácticamente les suplica que se mantengan en las filas amarillas.
El presidente de la Cámara de Diputados Martín Menem, fiel aliado del ejecutivo, será reelecto por segunda vez consecutiva el próximo miércoles, en una sesión, en la que la votación para las nuevas autoridades se efectuará con los diputados que juran ese día y aquellos que tienen mandato hasta el 2027.
Así, Menem tendrá el aval para conservar su cargo de LLA, PRO, UCR, Provincias Unidas e Innovación Federal, mientras que se espera un rechazo de la izquierda y la abstención de Unión por la Patria (UxP), prevé la agencia Noticias Argentinas.
Tras duro año en el que la oposición tomó el control del cuerpo legislativo y logró votar leyes rechazadas por el gobierno y revocar vetos presidenciales, Menem afrontará desde diciembre un escenario más favorable para el oficialismo ya que, entre propios y aliados, tendrá unos 116 legisladores.
Con ese número estará a solo 13 de alcanzar el quórum para habilitar o bloquear sesiones. En caso de que el oficialismo consiga la primera minoría, podrá tener también la vicepresidencia primera que hoy tiene el peronismo, y un miembro más en cada una de las comisiones, responsables de discutir los dictámenes de proyectos sometidos al Congreso.
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