En un duelo cargado de sabor sudamericano, la albiceleste —invicta en sus tres salidas del grupo A y guiada por el estratega Nicolás Noriega— desató un vendaval en la primera mitad para tomar ventaja definitiva desde temprano.

Allí nacieron todos sus goles, cincelados con precisión y coraje, como si cada disparo buscara iluminar el camino hacia la historia que tantas veces se les ha negado. Cuatro veces medallistas de plata en la Copa América, incluyendo este año, las argentinas parecen empeñadas en transformar antiguas heridas en combustible para sus sueños.

Lucía Rossi, con un par de dardos certeros, abrió las puertas del fervor; Carina Núñez añadió una diana más a la sinfonía oceánica del ataque; y Silvina Nava completó la obra, dejando a Colombia atrapada en la tormenta.

Las cafeteras, dirigidas por Roberto Bruno y dueñas de glorias pasadas —como la Copa América 2015 y el título en los Juegos Sudamericanos 2018— solo pudieron sacudir las redes gracias a Laura Bustos, quien mantuvo encendida una chispa de esperanza.

El PhilSports Arena vibró con la intensidad de un partido donde cada balón parecía arder. Argentina, fiel a su espíritu combativo, defendió la ventaja con uñas, alma y talento, hasta sellar un triunfo que la empuja a un territorio donde se escribe la epopeya de las valientes.

En esta misma jornada, España —líder perfecta del grupo B con 3-0— buscará su cupo a semifinales frente a Marruecos (2-1), segunda del A, y mañana será el turno de otros invictos: Portugal chocará contra Italia y Brasil se medirá con Japón, en un torneo que ya promete estampas memorables.

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