En un comunicado, la Cancillería paquistaní manifestó su profunda preocupación por las inquietudes expresadas por el organismo de derechos humanos de Naciones Unida sobre las modificaciones a la Carta Magna que, subrayó, fue aprobada por una mayoría de dos tercios del Parlamento, de acuerdo con el diario The Nation.

Enfatizó que la Enmienda 27 se adoptó en plena conformidad con los procedimientos constitucionales y reflejó la voluntad del pueblo a través de sus representantes.

El Ministerio de Asuntos Exteriores reafirmó que el país continúa salvaguardando la dignidad humana, las libertades fundamentales y el estado de derecho, tal como lo garantiza la Constitución.

Instó al Alto Comisionado a respetar las decisiones soberanas del Parlamento pakistaní y a evitar declaraciones que, según Islamabad, «reflejen sesgo político y desinformación».

La Cancillería reiteró que, si bien Pakistán valora la colaboración constructiva con el Alto Comisionado para los Derechos Humanos, dicha colaboración debe basarse en hechos y en la comprensión del marco constitucional y democrático del país.

A mediados de noviembre, el presidente Asif Ali Zardari aprobó de manera formal la Ley de la 27 Enmienda Constitucional que previamente había obtenido la mayoría requerida de dos tercios tanto en la Asamblea Nacional como en el Senado.

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