Al término de noviembre el país se acercó a las 278 jornadas libres de asesinatos y puntea por llegar a los mil 100 en diciembre desde que el presidente Nayib Bukele llegó al poder.
Esas cifras marcarían un hito en la historia de un país que sobrevivió a años de violencia impuesta por grupos de pandillas.
Los homicidios vienen disminuyendo desde el año 2016, pero sobre todo a partir del año 2022, cuando se aplicó el régimen de excepción el 27 de marzo tras un fin de semana con cerca de 80 asesinatos.
En 2015, se cometieron seis mil 656 homicidios y la cifra disminuyó a cinco mil 280 homicidios en 2016, tres mil 962 en 2017, tres mil 346 homicidios en 2018 y dos mil 398 homicidios en 2019, según cifras oficiales.
De 2021 a 2022 descendieron los asesinatos de mil 147 a 458 , mientras ocurrieron 154 homicidios en 2023 y 114 en 2024, cuando el país registró una índice histórico de 1.9 por cada 100 mil habitantes.
El año 2025 va a pulverizar los registros de los años anteriores y según proyecciones gubernamentales, El Salvador podría terminar el año con entre 75 y 90 asesinatos, lo cual representaría una tasa de entre 1.2 y 1.4 homicidios por cada 100 mil habitantes.
No obstante, hay proyecciones más optimistas que hablan de una tasa inferior al uno por ciento.
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