La voz de alarma fue dada por el Sindicato de la Policía Nacional de Haití-17 que asegura que ese territorio está hundiéndose ante los ojos del Consejo Presidencial de Transición y el gobierno del primer ministro provisional, Alix Didier.

“Dejen de observar la destrucción del país y lancen una gran operación coordinada con todos los medios tácticos existentes”, subraya el comunicado.

La máxima dirección del gremio exige la presencia de helicópteros para atacar las bases de las bandas; embarcaciones para asegurar la costa desde Montrouis hasta L’Estère; unidades especiales para liberar Pont Sondé, Gonaïves, Gros Morne, Montrouis y otras zonas bloqueadas que viven aterrorizadas.

A pesar de la presencia de bases kenianas en Pont Sondé, los bandidos mataron y quemaron a varias personas el 29 de noviembre, demostrando que los medios son insuficientes para combatir a los pandilleros.

«El Artibonite no debe caer en manos de las bandas. Es el granero del país. Es el corazón de Haití.¡De aquí viene la comida del país!”, concluye el comunicado del Sindicato de la Policía Nacional de Haití-17.

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