El secretario general de la CSI, Luc Triangle, afirmó que la convocatoria del cónclave en esta capital tenía una «trascendencia simbólica y política», destacando la década de expansión económica del país, la reducción de la pobreza y las mejoras en salud y educación.
Triangle consideró que el reciente aumento salarial de los trabajadores del sector público local había «enviado una poderosa señal» a nivel internacional sobre la confianza del gobierno en el diálogo social y su compromiso con la justicia social.
Reconoció las reformas implementadas en materia de derechos laborales y el fortalecimiento de su cooperación. «Para el movimiento sindical mundial, es alentador presenciar esto», acotó.
A su juicio, el progreso de la nación africana brinda esperanza de que los trabajadores del sector privado también se beneficien de mejores salarios y protecciones.
Reafirmó el compromiso de la CSI de apoyar a Etiopía en la promoción de los derechos humanos, los valores democráticos y el trabajo decente.
Por su parte, el vicepresidente del gobernante Partido de la Prosperidad, Adem Farah, reiteró la disposición de Etiopía con los derechos laborales, el diálogo social y las reformas democráticas.
Farah recodó que la agenda de transformación política y económica iniciada en 2018 se basa en una gobernanza inclusiva, la ampliación de las libertades cívicas, el fortalecimiento de las instituciones laborales y una mayor inversión en los jóvenes y las mujeres.
Subrayó el papel del Consejo Asesor Tripartito, establecido con la Confederación de Sindicatos de Etiopía y los gobiernos regionales, en la promoción de relaciones estables entre empleadores y empleados y normas laborales más sólidas.
Enfatizó que los sindicatos son socios esenciales en el proceso de reforma de Etiopía, no obstáculos.
«Las organizaciones de trabajadores son contribuyentes fundamentales a la construcción de una sociedad justa, una economía dinámica y una nación pacífica», afirmó. En ese sentido, instó a fortalecer la colaboración tripartita basada en la confianza, la transparencia y la responsabilidad compartida.
La asamblea general reúne a líderes sindicales de todo el mundo y deliberará sobre la desigualdad, la inseguridad global, los desafíos climáticos y el futuro del trabajo decente en una era de cambios tecnológicos y económicos.
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