La misión, que incluye también a Líbano, busca restablecer la confianza con Damasco y respaldar el proceso político en curso.
La gira tiene lugar en un contexto particularmente sensible para ambos países árabes, coincidiendo con el primer aniversario del derrocamiento del gobierno del presidente Bashar Al-Assad y del acuerdo de alto el fuego entre Líbano e Israel.
El representante permanente de Estonia ante la ONU y presidente del Consejo en el mes en curso, Samuel Zbogar, explicó que alcanzar un consenso para efectuar la visita “no fue fácil”, pero destacó que el objetivo principal es “enviar un mensaje de apoyo” y contribuir a superar la persistente desconfianza hacia las Naciones Unidas en Siria.
El Consejo quiere ayudar a reconstruir la confianza en la ONU y mostrar al pueblo sirio que la organización está presente nuevamente, subrayó Zbogar, quien insistió en que se trata de una “misión dirigida y guiada por Siria”.
En la delegación viajan los embajadores de Estados Unidos, Mike Waltz; Reino Unido, Barbara Woodward; Francia, Jérôme Bonnafont; Rusia, Vasily Nebenzya; China, Hu Fu Cong; así como los representantes de Argelia, Somalia, Pakistán, Dinamarca, Grecia, Guyana, Panamá, República de Corea y Sierra Leona.
Durante su estancia en Damasco, los diplomáticos sostendrán reuniones con el presidente Ahmed Al-Shara, el ministro de Asuntos Exteriores, Asaad Al-Shaibani, y otras autoridades gubernamentales, además de encuentros con representantes de la sociedad civil.
Fuentes consultadas adelantaron que la delegación podría recibir información de la enviada especial adjunta de la ONU para Siria, Najat Rochdi, sobre las incursiones israelíes en el sur del país y las violaciones al Acuerdo de Separación de 1974.
No se ha confirmado, sin embargo, una reunión con los mandos de la Fuerza de Observación de la Separación en los Altos del Golán.
Medios regionales informaron que las autoridades sirias y libanesas implementaron amplias medidas de seguridad para garantizar el tránsito seguro de la misión en Beirut, Damasco y las rutas entre ambas capitales, incluidas áreas dentro de la zona de operaciones de la FPNUL, entre la Línea Azul y el río Litani.
La visita tiene lugar cuando la ONU procura reafirmar su presencia en Siria tras el levantamiento de las sanciones previamente impuestas al presidente Al-Shara, en cumplimiento de una resolución presentada por Estados Unidos y aprobada por el Consejo en noviembre pasado.
Según fuentes diplomáticas, la agenda de trabajo contempla el abordaje de temas vinculados con la transición política, la recomposición de las relaciones entre los diversos componentes de la sociedad siria y los mecanismos de justicia transicional.
El embajador estadounidense, Mike Waltz, insistirá en un papel reforzado de la ONU para garantizar la estabilidad y la recuperación económica del país, en consonancia con la política anunciada por la administración del presidente Donald Trump.
Asimismo, se prevé que el Consejo exponga sus expectativas en materia de lucha contra el terrorismo y otros asuntos relacionados con la etapa de transición que vive Siria.
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