En conferencia de prensa, el ministro de Desarrollo Productivo, Oscar Mario Justiniano, informó este martes que esa cartera se constituyó en parte acusatoria en la pesquisa sobre los turbios manejos de la harina subvencionada que Ríos recibía de la Empresa de Apoyo a la Producción de Alimentos (Emapa).
Subrayó que un clan familiar operaba este negocio ilegal y por ese motivo el hijo de Ríos también fue aprehendido.
Justiniano comentó que el dirigente de Conapabol fue capturado en rebeldía porque cuando las autoridades fueron a notificarlo en su vivienda se encontraba ausente y después no se presentó.
Este 28 de noviembre, agentes del Ministerio Público y de la Policía Anticorrupción allanaron la vivienda de Ríos.
Unas 24 horas antes, durante una intervención de la Alcaldía de La Paz, los inspectores hallaron heces de ratón, entre otras sustancias dañinas, al interior del horno del dirigente panificador y por tal motivo se procedió a su clausura por motivos de insalubridad.
Durante otra revisión este lunes, funcionarios de la municipalidad hallaron un roedor muerto en el interior del horno, según declaró en el canal Bolivia Tv el burgomaestre, Óscar Arias.
Con todos estos antecedentes, en la tarde de este lunes tuvo lugar la aprehensión de Ríos, en una operación reportada por diversas televisoras.
Se anuncia que fue citado para que preste declaración este miércoles, imputado por su presunta vinculación con las irregularidades detectadas en la estatal Emapa durante la gestión del exgerente prófugo Franklin Flores.
El Ministerio Público anunció que sobre Ríos pesa la presunta comisión de los delitos de incumplimiento de deberes, enriquecimiento ilícito, conducta antieconómica y contratos lesivos al Estado.
Durante su aprehensión, en breves declaraciones a la prensa, el dirigente se declaró “inocente” y atribuyó las acciones en su contra a “afanes políticos» de los nuevos gobernantes vinculados a la subvención de la harina para la elaboración del pan de cada día.
Ríos está vinculado a los turbios manejos del exgerente de Emapa Flores, circulado por los cuerpos policiales para su búsqueda y captura como sospechoso en cinco procesos penales.
Las acusaciones en su contra guardan relación con presuntas irregularidades en una planta procesadora de papa y un complejo piscícola en el lago Titicaca, así como enriquecimiento ilícito mediante la venta de harina.
Se estima que Flores causó un daño económico millonario al frente de la empresa estatal que manejaba un presupuesto de cuatro mil 600 millones de bolivianos (casi 660 millones de dólares).
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