Fotos: Luis Alberto Colarte

Más de 200 personas asistieron al conversatorio titulado “Obra y vida de Fidel Castro, entre revolución y liderazgo”, un espacio concebido para reflexionar —con rigor histórico y espíritu crítico— sobre una de las figuras más influyentes de la política latinoamericana contemporánea.

Así lo expresó la vicerrectora de Extensión de la UASD, Rosalía Sosa, al dar la bienvenida a panelistas, autoridades universitarias, docentes, estudiantes y representantes de organizaciones políticas y sociales, en un acto que contó con la presencia del embajador de Cuba en la República Dominicana, Ángel Arzuaga.

Sosa, quien junto a Antonio Veras preside en el país el Comité de Honor por el centenario del natalicio de Fidel Castro, agradeció la disposición de los panelistas para compartir visiones diversas sobre un liderazgo que —apuntó— marcó la geopolítica del Caribe, transformó la historia de Cuba y generó debates que aún hoy invitan a la reflexión.

La vicerrectora reafirmó el compromiso de la UASD con el estudio de los procesos políticos y con la creación de espacios donde el debate respetuoso y la pluralidad de ideas sean pilares fundamentales.

“¡Fidel vive!”, expresó emocionada antes de concluir e invitar a los presentes a la gala cultural en homenaje a Fidel, que tendrá lugar en el Polideportivo Tony Barreiro el próximo jueves.

Veras, referente del pensamiento social y estudioso de los procesos revolucionarios, destacó que desde muy joven Fidel interpretó el sentir de las masas populares cubanas, y recordó que, en 1953, siendo estudiante, formó parte del Comité por la libertad del pueblo dominicano.

Añadió que, en 1949, se enroló en la expedición de Cayo Confites, donde cientos de jóvenes latinoamericanos estaban dispuestos a enfrentar al dictador Rafael Leónidas Trujillo.

Para Veras, la Revolución cubana constituye el acontecimiento político-social de mayor trascendencia del siglo XX y lo que va del XXI, con impacto en prácticamente todos los sectores de la sociedad.

Resaltó la generosidad y solidaridad de Fidel, y afirmó que “ningún ser humano no nacido en la República Dominicana ha hecho más aportes a la liberación de este pueblo que el Comandante en Jefe Fidel Castro”. “La Revolución y Fidel deben vivir en cada uno de los dominicanos dignos y honrados”, puntualizó.

De su lado, la escritora y feminista Chiqui Vicioso recordó que el 1 de enero de 1959 Fidel habló de la necesidad de redimir a la mujer, y que en un discurso por la constitución de la Federación de Mujeres Cubanas (FMC), el 23 de agosto de 1960, afirmó: “La mujer es una Revolución dentro de la Revolución”.

Sostuvo que Fidel resumía su visión sobre el avance femenino en cuatro ejes: igualdad con el hombre, participación activa como lideresas en áreas clave del Estado, educación y empoderamiento, y organización mediante la FMC para fortalecer la lucha por la igualdad social.

Vicioso resaltó también el carisma, la formación política y el valor que Fidel otorgaba a la cultura como motor de transformación social, y lo definió como un caribeño consecuente con sus ideas.

El médico y docente José Joaquín Puello compartió anécdotas personales sobre Fidel y afirmó que “en 1959, en esta Universidad, excepto seis o siete personas, todos éramos fidelistas”.

Destacó la esperanza que el líder cubano despertó en pueblos sometidos a dictaduras, así como su sensibilidad y apoyo a la República Dominicana en el ámbito deportivo. Lo definió en dos palabras: “solidaridad y humanidad”. “Yo abracé a Fidel”, dijo emocionado.

Por su parte, el embajador de Cuba reiteró, en nombre del Gobierno y del pueblo cubano, el agradecimiento a la UASD por otorgarle a Fidel el título de Doctor Honoris Causa de la universidad más antigua del Nuevo Mundo.

Asimismo, reconoció a quienes lo recibieron en 1998 durante su primera visita al país y saludó la decisión de la academia de acoger las principales actividades por el centenario de su natalicio.

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