En un mensaje oficial, las máximas autoridades nicaragüenses lamentaron la partida física del apreciado embajador, recordándolo como “un orgulloso soldado y diplomático de ese gran país”, cuyo trabajo se distinguió por su empeño en fortalecer los lazos históricos entre ambas naciones.
El Ejecutivo sandinista transmitió sus condolencias y muestras de solidaridad al presidente ruso, Vladimir Putin; al canciller Serguéi Lavrov; así como a la esposa, hijos, familiares, compañeros y amigos del diplomático.
La declaración subraya que el legado de Vladimir se refleja en su “incansable labor por un futuro de libertades y realizaciones”, objetivo que —señala— comparten los pueblos de Nicaragua y Rusia en su lucha por un mundo basado en el respeto, el diálogo y la paz.
“El recuerdo del compañero Nikolay M. Vladimir y su intenso trabajo por ese mundo que vamos alcanzando estará siempre entre nosotros”, añade el mensaje, al destacar que su ejemplo continuará contribuyendo a la unión y los avances entre ambos pueblos.
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