El tema fue abordado en el noticiero matutino de la Telecorporación Salvadoreña (TCS), canal 4, donde Oscar Chacón, especialista de Alianza América, dijo que entre los controles que avanzó la Casa Blanca está el conocimiento de quién está enviado remesas para controlar recursos vinculados a delitos financieros.
También habrá un fuerte control a las ayudas superiores a los dos mil dólares que se envían a familiares a El Salvador, según comentó el noticiario.
De acuerdo con el gobierno estadunidense, las transmisoras de dinero deben presentar un informe de actividad sospechosa para toda transacción que involucre al menos dos mil dólares, sobre todo cuando exista la sospecha de que dicha operación está relacionada con una posible infracción de la ley.
La iniciativa del presidente Donald Trump intenta presuntamente reforzar controles para detectar, identificar y denuncia actividades sospechosas relacionadas con transferencias de fondos ejecutadas por extranjeros indocumentados.
De acuerdo con la Casa Blanca las agencias ocupadas en el envío de ayudas de dinero deben presentar un informe de actividad sospechosa para toda transacción que involucre al menos dos mil dólares, sobre todo cuando exista la sospecha de que dicha operación está relacionada con una posible infracción de la ley.
En el caso de El Salvador sus pobladores recibirán este año cerca de 10 mil 100 millones de dólares en remesas, una suma histórica, la cual se disparó luego de los anuncios de Washington de poner trabas a esos envíos y aplicar una política de expulsión de miles de inmigrantes ilegales e incluso legales.
En la actualidad las ayudas familiares aportan cerca de un cuarto del producto interno bruto (PIB) del país, lo que lo ubica como la tercera economía que más depende de ellas en América Latina.
Datos del Banco Central de la Reserva (BCR) aseguran que las remesas sumaron dos mil 567.9 millones solo en el segundo trimestre de 2025 —abril, mayo y junio—, un 17.6 por ciento de crecimiento frente a igual período de 2024.
Para los medios del país son lógicas las preocupaciones pues actualmente esos dineros constituyen la principal fuente de divisas, superando los ingresos procedentes de las exportaciones, la inversión extranjera y el turismo internacional, y además llegan al 26 por ciento de los hogares salvadoreños.
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