En un comunicado, el movimiento fundado por el expresidente Rafael Correa (2007-2017), señaló que busca combatir “a la partidocracia, a los gobiernos corruptos y al reparto de la Patria a costa del pueblo”, y subrayó que su proyecto busca superar “200 años de subdesarrollo” para alcanzar justicia social.

La RC afirmó que su razón de ser es defender los derechos consagrados en la Constitución ecuatoriana y advirtió que no tolerará ambigüedades internas.

“Aquí todos somos necesarios, pero nadie es imprescindible”, subrayó el texto compartido en redes sociales.

El movimiento insistió en que no negociará acuerdos con el Gobierno, al que calificó de “corrupto, ineficiente y mediocre”, y sostuvo que jamás será “alfombra de quienes niegan los derechos conquistados por el pueblo”.

También afirmó que no confraternizará con actores políticos que, según la organización, han buscado dañar su honor.

La declaración termina con un llamado a mantener la cohesión ideológica y a priorizar los intereses populares.

Este pronunciamiento salió a la luz luego de que la prefecta del Guayas, Marcela Aguiñaga, anunciara la víspera que procederá a desafiliarse de la RC, tras sentir que le despojaron de su espacio en esa organización, de la cual incluso fue su presidenta.

La RC,actualmente liderada por la excandidata presidencial Luisa González, anunció que realizará en enero una Convención Nacional para elegir nuevas autoridades.

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