Mediante su perfil en la red social X, la entidad científica detalló que la erupción del coloso produce columnas de gas y ceniza de cuatro 800 metros sobre el nivel del mar y se pueden desplazarse entre 10 y 40 kilómetros de distancia al oeste y noroeste.

Además se produce la caída de material incandescente alrededor del cráter, el cual se traslada hacia las barrancas Ceniza, Taniluyá, Seca, Santa Teresa, Trinidad, Las Lajas, El Jute y Honda, amplió en un boletín.

Debido al comportamiento actual del volcán, no se descarta la caída de ceniza fina en comunidades como Panimaché I y II, Morelia, Santa Sofía, El Porvenir, Finca Palo Verde, Sangre de Cristo, Yepocapa y otras ubicadas en las zonas cercanas, subrayó el Insivumeh.

La Coordinadora Nacional para la Reducción de Desastres remarcó, por su parte, que mantienen comunicación y coordinación con las autoridades locales y los sistemas de alerta comunitaria.

Asimismo, refuerzan el monitoreo en tiempo real para informar oportunamente sobre cualquier cambio en la actividad volcánica.

El pasado fin de semana un turista que ascendía a este punto sufrió quemaduras y heridas graves al ser alcanzado por un flujo piroclástico tras una explosión.

La Conred pidió de manera urgente a población local y visitantes foráneos respetar las zonas de restricción, seguir rutas autorizadas y hacerse acompañar solo de guías oficiales.

El de Fuego, a solo 45 kilómetros de esta capital, a pesar del tiempo sigue como el más activo de Guatemala y Centroamérica, con su última erupción el 4 de mayo de 2023.

Una potente erupción del 3 de junio de 2018 dejó 112 muertos, más de 1,7 millones de afectados, una comunidad, una finca y cuatro barrancas inhabitables.

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