Llamada originalmente La Palma, la primera de ellas surgió en 1872 en la pampa del Tamarugal, a 50 kilómetros de la ciudad de Iquique, y se convirtió en una de las más grandes de la zona, hasta que la Gran Depresión en Estados Unidos provocó su paralización.
En 1934 pasó a manos de la Compañía de Tarapacá y Antofagasta y, rebautizada como Oficina Santiago Humberstone, llegó a albergar a una población de tres mil 700 habitantes, pero a finales de los 50 cerró definitivamente junto a otras, como la vecina Santa Laura.
Estas dos oficinas salitreras representan un modelo único de funcionamiento social, económico y cultural de la primera mitad del siglo XX, afirmó en un acto celebrado en pleno desierto la titular de las Culturas, Carolina Arredondo.

“Podemos decir, agregó, que todo este patrimonio se recupera para entregarle a la ciudadanía un testimonio de nuestra historia, que tenemos la posibilidad de resguardar y promover para futuras generaciones”.
En la jornada se inauguraron las obras de restauración del teatro y el museo histórico Hospital de Humberstone y, al cierre, el grupo Quilapayún interpretó la emblemática Cantata de Santa María de Iquique, obra del compositor Luis Advis.
Los actos formaron parte de los festejos por el XX aniversario de la declaración como Patrimonio Mundial de estos sitios por la Organización de Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura.
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