El Informe 2025 del Consejo Nacional para el Empleo y el Trabajo (CNEL) alerta además que, en esos 13 años analizados, el saldo entre quienes se marcharon y quienes regresaron o llegaron a Italia fue negativo en aproximadamente 441 mil jóvenes, y solo en 2024 las salidas de los mismos superaron las 78 mil personas.
Este país europeo pierde constantemente generaciones enteras que completaron sus estudios, formación, prácticas y aprendizajes, financiados con recursos públicos y familiares, y las pérdidas por ese concepto equivalen aproximadamente al 7,5 por ciento del Producto Interno Bruto (PIB) anual de Italia, apunta el documento.
Los expertos del CNEL destacaron que un elemento significativo es el crecimiento del componente femenino, pues en 2024 casi la mitad de los jóvenes que se marcharon son mujeres, con una proporción superior en un 48,0 por ciento a la media de todo el período evaluado.
Por otra parte, los especialistas apreciaron un aumento en los niveles educativos de los jóvenes que emigran, pues entre los que partieron en el trienio de 2022 a 2024, más del 42,0 por ciento tienen un título universitario, un considerable incremento de poco más de un tercio en comparación con la cifra estimada en los últimos 13 años.
Entre los principales destinos de los jóvenes italianos se encuentran Reino Unido, Alemania, Suiza, Francia y España, países atractivos por la combinación de salarios más altos, trayectorias profesionales escalables, trámites administrativos simplificados y sistemas de bienestar más sólidos.
Sin embargo, son negativos los datos sobre Italia como destino para jóvenes extranjeros procedentes de países desarrollados, pues solo un 2,0 por ciento de los mismos eligió establecerse en este país.
El presidente del CNEL, Renato Brunetta declaró al dar a conocer el estudio que “la escasa capacidad de Italia para retener y atraer a los jóvenes es una prueba tangible de una serie de retrasos culturales y económicos”.
Brunetta citó entre las causas de esta hemorragia de talentos la falta de salarios adecuados y las dificultades para acceder a la vivienda, inversión insuficiente en innovación e investigación, y sistemas de bienestar deficientes, que dan por sentado el apoyo familiar.
El CNEL recomienda acciones para enfrentar este problema, que atenta contra el desarrollo del país, entre ellas el establecimiento de un salario mínimo adecuado, la reducción del uso estructural de contratos laborales precarios y prestaciones para quienes regresan.
También propone apoyo a los jóvenes en el alquiler y compra de viviendas, la ampliación de servicios de cuidado infantil, y destinar más recursos a las universidades, centros de investigación y empresas innovadoras, en interés de posibilitar trayectorias profesionales claras para los jóvenes graduados.
otf/ort





