Ann-Kathryne Lassègue, representante permanente de Haití ante las Naciones Unidas y otras Organizaciones Internacionales en Ginebra, se reunió con el embajador de Türkiye, Burak Akçapar para abordar el tema.

Durante esta reunión, Lassègue presentó la disposición del gobierno haitiano para acompañar a los nacionales que deseen regresar al país, pero será necesario el apoyo de las autoridades turcas para explorar los mecanismos de cooperación necesarios.

En octubre de 2024, los migrantes haitianos pidieron a la máxima dirección política del país para que los ayudaran a regresar a casa, pues consideraban que su vida en Türkiye es desastrosa.

Denunciaron la inseguridad a la que se enfrentan, viéndose obligados a esconderse para evitar la violencia de las fuerzas de seguridad turcas.

«La situación económica de los haitianos en Türkiye se ha deteriorado drásticamente. Ya no pueden trabajar y sobreviven solo con la ayuda financiera de sus familiares», precisó el diario digital Vant Bèf Info.

Los migrantes hicieron referencia a las escasas posibilidades de regularizar su situación migratoria, y quien logre un permiso de residencia temporal deberán pagar más de 600 dólares estadounidenses por un periodo de tres meses, lo que representa un costo prohibitivo. La Organización Internacional para las Migraciones en colaboración con el gobierno haitiano ya organizaron tres vuelos, pero del cuarto la prensa local en aquel entonces no ofreció detalle alguno.

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