Nacido en la oriental provincia de Guantánamo, Salfrán impuso ritmo, disciplina y filo en los intercambios, neutralizando la experiencia de su rival con una defensa paciente y un cierre vibrante en cada asalto. Su boxeo maduro —inusual en un debut a este nivel— le permitió inclinar las tarjetas y abrir una senda de esperanza para el elenco cubano.
El triunfo del joven antillano prolonga el impulso conseguido por la escuadra caribeña el viernes, cuando dos de sus figuras iluminaron el arranque del certamen.
En los 80 kg, el doble campeón olímpico Arlen López doblegó 4-1 al turco Bayram Malkan con táctica fina y control absoluto; mientras que en +92 kg, Fernando Arzola resolvió por RSC en el primer asalto ante el australiano Joshua Cercarelli, demostrando potencia demoledora.
Con Salfrán avanzando y nuevas presentaciones a la vista, Cuba mira el horizonte de Dubái con ambición y fe en su histórica escuela de boxeo.
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