Señaló que la propuesta presentada esta semana por el canciller peruano, Hugo de Zela, en el Consejo de la OEA, para promover un espacio de debate con el fin de modificar la Convención de Asilo de 1954, “se ha chocado con esa realidad”.
“Es más, países como México, Brasil, Colombia y Uruguay se mostraron críticos de lo señalado por el canciller peruano” y el único que apoyó claramente el planteamiento fue Ecuador, aseveró.
Vidarte añadió que tal respaldo no aporta a la posición peruana, pues el gobierno de Daniel Noboa ha violado el derecho de asilo, ingresando ilegalmente en la embajada de México en Quito.
“Lamentablemente para la política exterior peruana, promover un debate con tan poco apoyo debilita el posicionamiento internacional del Perú y pareciera que solo busca dilatar el cumplimiento del derecho internacional, nos guste o no”, dijo.
Consideró que las declaraciones del presidente peruano, José Jerí, sobre un posible allanamiento a la embajada de México para apresar a la ex primera ministra asilada, Betssy Chávez, motivaron en la reunión expresiones de preocupación y defensa de la inviolabilidad de las sedes diplomáticas.
A ello se agregó, apuntó Vidarte, que países considerados cercanos a Perú, como Argentina y Panamá, no hayan mostrado algún tipo de apoyo a la iniciativa del canciller peruano.
“La propuesta peruana de crear un procedimiento previo que obligue al país que concede el asilo a solicitar información antes de tomar una decisión, con el objetivo de, supuestamente, impulsar una evaluación objetiva, debilita la figura del asilo”, opinó.
Entre otros criterios, recordó que la Convención de 1954, el asilo se otorga en condiciones de urgencia y el salvoconducto debe extenderse de manera inmediata.
“La figura del asilo no es perfecta; cada caso es distinto, pero promover cambios a partir de situaciones particulares no parece ser el mejor camino”, señaló sobre el hecho de que Perú lanzó su propuesta tras romper relaciones diplomáticas con Perú y congelar el salvoconducto para Chávez.
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