En su propia casa, el Cacique cayó 2-1 ante Audax Italiano y quedó en la octava posición del torneo, fuera por completo de disputar la Copa Libertadores y la Sudamericana del año próximo, los principales torneos a nivel subregional.
Se trata de un pésimo resultado, justamente cuando el conjunto con mayor número de seguidores había programado un año de celebraciones al cumplir un siglo de existencia.
Más allá de las adversidades deportivas, los albos sufrieron las consecuencias de los desmanes de sus barras bravas, como la llamada Garra Blanca, responsables de numerosos actos que lindan con la ilegalidad.
En abril de este año estos grupos trataron de entrar por la fuerza al Estadio Monumental, sede del Cacique, durante un partido por la Libertadores contra el Fortaleza, de Brasil, dando lugar a desórdenes que costaron la vida a dos jóvenes aficionados, ajenos a los disturbios.
Como consecuencia, el también llamado equipo albo recibió una multa de 80 mil dólares y la sanción de jugar seis partidos internacionales sin su público, de los cuales ya cumplió dos.
Los malos resultados forzaron la salida del director técnico Jorge Almirón, que llevó a la cima al Colo Colo en 2024, y su sustitución por el también argentino Fernando Ortiz, quien fracasó en el intento de clasificar al cuadro a los torneos internacionales del año próximo.
El cúmulo de tensiones también se reflejó en los propietarios del club, que varias veces estuvieron a punto de la ruptura.
Cerrado el campeonato nacional de fútbol, Coquimbo Unido se estrenó como dueño de la corona con un resultado asombroso, seguido por La Católica y O’Higgins, que pasarán los tres a la Copa Libertadores.
Los puestos del cuatro al siete, que van a la Sudamericana, los ocupan Universidad de Chile, Audax Italiano, Palestino y Cobresal.
Colo Colo, Huachipato, Ñublense, Limache, La Calera, La Serena y Everton de Viña del Mar conservaron la categoría, pero sin actividad internacional, en tanto Deportes Iquique y Unión Española descendieron a la liga inferior.
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