En una declaración conjunta remitida a Prensa Latina, la Unidad Clasista y el Colectivo Feminista Clasista Ana Montenegro denuncia que las víctimas, Allane Pedrotti y Layse Pinheiro, fueron abatidas dentro de la institución por un funcionario.

Según los colectivos, el sujeto rechazaba ser subordinado por mujeres y ya había sido apartado por comportamientos misóginos antes de reincorporarse. El agresor fue detenido poco después de la embestida.

El crimen «no es un hecho aislado» y representa «la expresión más extrema del machismo letal que persiste en los ambientes de trabajo del sector público», indica la nota.

Las organizaciones rechazan interpretaciones que atribuyen el ataque a problemas psicológicos o emocionales del agresor, y advierten que hablar de patología resulta «una forma de proteger la misoginia».

El pronunciamiento vincula el asesinato al deterioro de las condiciones laborales en la educación pública brasileña, agravado —refieren— por la sobrecarga, la precarización y la pérdida de derechos en los últimos años.

Sin embargo, remarcan que esos factores no pueden desviar la atención del carácter de género del crimen.

También los colectivos alertan sobre la expansión de discursos misóginos impulsados por movimientos ideológicos en internet, como la llamada red pill, que promueven la superioridad masculina y la hostilidad contra mujeres.

De acuerdo con las organizaciones, ese ambiente «nutre un proyecto de poder machista» que, combinado con la naturalización de la violencia, crea escenarios de riesgo para trabajadoras en posiciones de liderazgo.

El sonado caso genera llamados para que instituciones federales refuercen protocolos de prevención y respuesta ante violencia de género. Hasta la fecha se registran mil 180 feminicidios en 2025.

«Allane Pedrotti y Layse Pinheiro no murieron en el ejercicio de sus funciones; fueron asesinadas por ocupar posiciones de autoridad», expresa el comunicado.

Para las organizaciones, el crimen debe ser investigado como feminicidio y reiteran que «ninguna mujer debe perder la vida por ejercer su trabajo».

El Gobierno federal aún no ha emitido un informe detallado sobre el caso, pero autoridades del Ministerio de las Mujeres ya expresaron que acompañan las investigaciones junto a las fuerzas de seguridad de la división territorial.

Brasil vivió este domingo una jornada de protestas masivas en al menos 20 estados y el Distrito Federal, donde miles de personas tomaron las calles para denunciar el aumento vertiginoso del feminicidio y exigir respuestas urgentes gubernamentales.

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