Esta edición, la número 35, presenta el programa Territorio Moda y Joyería con el concepto “La huella de nuestros orígenes”, una propuesta que une tradición, diseño y transformación cultural, de acuerdo con sus organizadores.
Hasta el próximo día 18 de diciembre los asistentes al evento podrán apreciar piezas emblemáticas que permiten recorrer las artesanías características de cada territorio y reconocer lo que las distingue.
En esta ocasión están presentes los tejidos de los arhuacos, indígenas de la Sierra Nevada de Santa Marta, quienes elaboran prendas en lana y algodón que representan su equilibrio con la naturaleza.
Por su parte, la cultura de la región de la Orinoquía se expresa a través de piezas inspiradas en la riqueza natural del departamento de Guainía y en la flor de Inírida, planta única de la zona reconocida por su forma estrellada.
Desde la Amazonía, con procedencia del sureño Putumayo, llega el sayo, que es una prenda central para las comunidades indígenas del Valle de Sibundoy.
Similar a una túnica o ruana larga y holgada, esta pieza se teje con materiales tradicionales y funciona como un marcador de identidad para pueblos como los Kamëntsá, en tanto sus colores y patrones pueden hablar del linaje o la visión espiritual de quienes lo llevan.
Según refirió el director de Poblaciones del Ministerio de las Culturas, las Artes y los Saberes, David Castiblanco, Expoartesanías es un escenario de diálogo intercultural.
“Aquí convergen sistemas de conocimiento, territorios y tradiciones que han resistido a la industrialización masiva y han encontrado en los oficios artesanales un lenguaje de vida”, expresó.
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