Por Jorge Petinaud Martínez
Corresponsal jefe en Bolivia
“El martes inauguraremos la exposición Pequeños Detalles en el Café Sultana, en Ecuador y Belisario Salinas, en La Paz, una nueva propuesta dentro de lo que voy trabajando, en este caso, de acuerdo con el título: rostros, labios, miradas, roces”, afirmó en entrevista concedida a Prensa Latina.
Pérez explicó que la idea consiste en abordar desde otra perspectiva el tema de la afrodescendencia con una mirada más íntima, tanto desde el punto de vista de la artista como de lo que quiere proponer.
“He trabajado hasta ahora el color de la piel afroboliviana -describió-, haciendo resaltar en puertas y ventanas de diferentes formas, así como en contraste con el matiz cobrizo de latones y metal ensarrado, sobre el cual pinto”.
Aclaró que, sin embargo, esta vez trae como propuesta otros materiales, que seguramente llamarán la atención del público.
Nacida en 1989, Pérez es artista plástica y diseñadora gráfica, licenciada en Artes de la Universidad Mayor de San Andrés (2008), cuenta con un Diplomado en Curaduría de Arte de la Universidad Nuestra Señora de La Paz.
Su primera muestra oficial individual fue en 2015 y desde entonces ha participado en importantes exposiciones internacionales, aunque antes, en 2013, fue invitada a participar como artista afrodescendiente en representación de Bolivia en el reconocido acontecimiento cultural Minunegra en Río de Janeiro, Brasil, que tiene como característica principal la revalorización de la mujer afro en Latinoamérica.
También estuvo en la binacional Perú-Bolivia y viajó a Nueva York, Estados Unidos, como parte del proyecto Liderazgo Visitantes Internacionales (IVLP), Promoviendo el Arte para un Cambio Social.
Invitada en 2022 a una residencia artística del Museo Británico, visibilizó allá la cultura del pueblo afroboliviano.
En ocasión del bicentenario de la independencia de Bolivia, fue Sharon Pérez la creadora de la primera moneda acuñada con la imagen de un afroboliviano.
“La denominé La Macuquina Afroboliviana, y en ella encontramos símbolos que representan esta descendencia”, explicó a esta agencia de noticias.
Confesó que la obra nació a partir de una pieza pintada hace unos tres años y que igualmente, se llamaba La Macuquina, que se exhibió en Nueva York y España con el propósito de abordar el tema y romper el mito de que los africanos esclavizados llegaron a Potosí y que por el clima frío los llevaron inmediatamente a la región de Los Yungas.
Subrayó que, lo cierto, es que existe un margen de 300 años en que se vivió y se trabajó sobre las macuquinas en Potosí a base del conocimiento que se tenía en metalurgia, y al final, estas se convirtieron en monedas de uso y de valor internacional.
“La moneda creada por mí que se exhibe en el Museo Nacional de Arte en la muestra por el bicentenario de la independencia de Bolivia representa exactamente eso, el trabajo de los afrobolivianos, con lo cual se cambia un poco la historia oficial imperante hasta ahora”, dijo.
Al referirse a su trabajo como una de las primeras artistas bolivianas en aportar visibilidad a la afrodescendencia en este país, Pérez indicó que cada exposición siempre conlleva un proceso de investigación, labor que está detrás de todo lo que ve el público y le permite contar diferentes espacios de la historia afroboliviana.
“Esto ha abierto un espacio de cómo uno puede hablar desde la visualidad sobre qué significa ese legado en un contexto boliviano donde muchos casi siempre se preguntan si aquí existen afrodescendientes y, ¿de dónde son?
Hija de Miguel Pérez, un afrodescendiente de la localidad de Chicaloma, en Los Yungas, y de la paceña Silvia Sillerico, Sharon afirma que este origen inspiró la línea creativa a la que consagra su arte y su vida.
lam/jpm





