Critican en Bolivia arresto de exdiputada acusadora por masacres

La Paz, 8 dic (Prensa Latina) Sectores populares bolivianos critican hoy la permanencia en la cárcel de Obrajes, en La Paz, de la exdiputada indígena Lidia Patty, acusadora principal en el juicio Golpe I por las masacres de Sacaba y Senkata (2019).

La concejal municipal de El Alto Vilma Alanoca deploró el arresto en la vía pública de Patty con amplia cobertura mediática y entrevistas en la televisión nacional a representantes de la derecha, quienes reiteran que la exlegisladora (2018-2020) se dejó utilizar por el Movimiento al Socialismo (MAS) para realizar persecución política.

Alanoca advirtió que se trata de un linchamiento mediático contra Patty como parte de la persecución política del actual Gobierno contra el movimiento indígena originario.

El sábado último, por segunda vez, la justicia negó a Patty el derecho a defenderse en libertad y determinó su detención preventiva por cuatro meses mientras continúa la investigación por un supuesto desfalco al exFondo de Desarrollo Indígena.

Durante la audiencia de medidas cautelares, fueron descartados los argumentos de la defensa y sí se tomó en cuenta las pruebas de la parte denunciante.

Informaron los jueces que la vista se instaló porque, supuestamente, la exdiputada recibió en una cuenta personal cerca de 700 mil bolivianos (unos 100 mil dólares) para un proyecto de producción de tomate y papa.

Adicionalmente, la Fiscalía Departamental de La Paz anunció una segunda investigación en su contra, relacionada con la recepción de 650 mil bolivianos (93 mil dólares) destinados a un proyecto de producción de miel, que no se ejecutó en su totalidad.

Luego de la victoria electoral del MAS en 2020, Patty presentó una acusación por los sucesos acaecidos tras la firma del decreto supremo 4078 (conocido como de la muerte) 48 horas después de que Jeanine Áñez asumiera la presidencia del Senado y del país, sin tener en cuenta a la mayoría parlamentaria del MAS, a la que correspondía legalmente.

La normativa eximió de responsabilidad penal a militares y policías por la violencia aplicada contra quienes reclamaban restaurar el orden constitucional tras el derrocamiento del expresidente Evo Morales en 2019.

Como resultado, ocurrieron las masacres de Senkata, Sacaba y el Pedregal, con saldo de cerca de 40 muertos y cientos de heridos por armas de fuego.

Sin embargo, tras el triunfo de la derecha en los comicios generales de agosto del año en curso, el Tribunal Supremo de Justicia ordenó poner en libertad a Jeanine Áñez, el gobernador de Santa Cruz, Luis Fernando Camacho, y el excívico de Potosí Marco Antonio Pumari, los principales acusados, y Patty es ahora quien permanece tras las rejas, en lo que sus partidarios consideran una venganza de la derecha, hoy en el poder.

ro/jpm

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