Una nota publicada por la oficina de prensa de esa institución global apunta que en el próximo año también se prestará atención al empoderamiento de las mujeres y se destacará el papel esencial de las mismas, a la vez que se impulsará la acción mundial para abordar las barreras estructurales que enfrentan.
Esta campaña está dirigida, según el texto, a reconocer los aportes indispensables de las mujeres, a menudo ignoradas, visibilizar las realidades que enfrentan las agricultoras, e impulsar reformas políticas e inversiones para promover la igualdad de género
Las condiciones laborales de las agricultoras suelen ser precarias, irregulares, informales, a tiempo parcial, mal remuneradas, con uso intensivo de la mano de obra y muy vulnerables.
Continúan enfrentando además barreras sistémicas, como el acceso limitado a la tierra, a la financiación, a las tecnologías, a la educación, a los servicios de extensión y a la participación en la toma de decisiones a todos los niveles, añade el comunicado.
La FAO alertó que las mujeres empleadas asalariadamente en los sistemas agroalimentarios ganan 78 centavos por cada dólar recibido por los hombres, mientras que el trabajo de cuidados no remunerado que realizan y su contribución de las mujeres a la economía mundial asciende a unos 10,8 billones de dólares anuales.
Por otra parte, reducir las disparidades de género en el empleo, la educación y los ingresos podría eliminar el 52,0 por ciento de la brecha de inseguridad alimentaria, que es sistemáticamente mayor entre las mujeres.
Empoderar a las mujeres rurales mediante intervenciones de desarrollo específicas podría aumentar los ingresos de 58 millones de personas más, y fortalecer la resiliencia de 235 millones, aprecian en sus estimados los analistas de ese organismo internacional.
La FAO coordinará actividades a lo largo de 2026, junto a otras agencias de Naciones Unidas con sede en Roma, como el Fondo Internacional de Desarrollo Agrícola (FIDA) y el Programa Mundial de Alimentos (PMA), refiere el documento.
La directora general adjunta de la FAO, Beth Bechdol, enfatizó al darse a conocer esta iniciativa, que “las necesidades de las mujeres agricultoras deben seguir siendo una prioridad mucho más allá de 2026”.
“A lo largo de 2026, el Año Internacional pasará del intercambio de historias y debates personales de hoy al trabajo práctico, sobre políticas nacionales, alianzas comunitarias, investigación, inversión y diálogo entre agricultores, cooperativas, gobiernos, instituciones financieras, redes juveniles y universidades”, añadió Bechdol.
“El objetivo es simple: convertir el compromiso en práctica y la práctica en un impacto medible”, agregó la alta funcionaria de la FAO.
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